La pitahaya, conocida popularmente como la «fruta del dragón», es una exótica y vibrante fruta que ha ganado popularidad en todo el mundo por su sabor único y beneficios para la salud. Originaria de América Central y Sudamérica, la pitahaya se ha convertido en una estrella en la industria de la fruta tropical debido a su aspecto llamativo, su dulzura refrescante y su valor nutricional. En este artículo, exploraremos el proceso de producción de la pitahaya, desde su cultivo hasta su llegada a las mesas de consumidores de todo el mundo.
Cultivo y Requerimientos Agroclimáticos:
La pitahaya se cultiva en regiones tropicales y subtropicales, prosperando en climas cálidos y secos con temperaturas promedio entre 20°C y 30°C. La planta requiere pleno sol para su crecimiento óptimo y debe protegerse de heladas y condiciones climáticas extremas. Las áreas con lluvias excesivas pueden ser perjudiciales para el desarrollo de la planta, ya que el exceso de humedad puede propiciar enfermedades fúngicas. Casas Viejas ofrece condiciones climáticas y edáficas ideales para este cultivo.
Propagación y Cultivo:
La pitahaya se propaga mediante semillas o esquejes de la planta madre. Los esquejes son preferidos ya que mantienen las características de la planta madre, mientras que las semillas pueden dar lugar a variaciones genéticas. La planta de pitahaya puede crecer de manera arbustiva o trepadora, requiriendo estructuras de soporte para su crecimiento vertical.
La planta necesita un suelo bien drenado y arenoso, con un pH entre 6 y 7. El riego es esencial durante el período de crecimiento activo, pero el exceso de agua debe evitarse para prevenir problemas de pudrición de raíces.
Floración y Polinización:
La pitahaya es famosa por sus flores nocturnas y efímeras. Las flores blancas gigantes se abren al anochecer y se cierran en la mañana. La polinización de estas flores es crucial para el desarrollo de la fruta. En su hábitat natural, los murciélagos y las polillas nocturnas son los principales polinizadores. En las plantaciones comerciales, a menudo se realiza la polinización manual utilizando cepillos o insectos polinizadores.
En Casas Viejas, por su muy baja exposición a los agroquímicos, existe una gran población de polinizadores naturales que facilitan el proceso, lo que se traduce en mayores producciones.
Observa el video para que disfrutes de la floración del 29 de Julio del 2023 en la Finca Clara Mery de Casas Viejas.
Cosecha:
La pitahaya generalmente comienza a dar frutos de 24 a 36 meses después de la siembra. Las frutas están listas para la cosecha cuando su color cambia de verde a rosa o amarillo, según la variedad. La fruta se recolecta a mano con cuidado, ya que la piel está cubierta de espinas pequeñas y finas. Con el incremento de hectareaje de este cultivo, esperamos crear nuevas plazas de trabajo para las familias de Casas Viejas.
Proceso de Poscosecha:
Después de la cosecha, las pitahayas se someten a un proceso de poscosecha que incluye lavado, clasificación y empaque. Las frutas se almacenan en condiciones frescas y se envían rápidamente para preservar su frescura. La pitahaya tiene una vida útil relativamente corta, por lo que es esencial gestionar adecuadamente la cadena de suministro para mantener su calidad.
Mercado y Consumo:
La pitahaya se ha convertido en una fruta popular en los mercados internacionales debido a su atractivo visual y perfil nutricional. Es rica en antioxidantes, fibra, vitamina C y otros nutrientes beneficiosos para la salud. Se consume fresca, pero también se utiliza en jugos, batidos, postres y platos gourmet.
Desafíos y Futuro:
A pesar de su creciente popularidad, la producción de pitahaya enfrenta desafíos en términos de enfermedades, fluctuaciones climáticas y gestión sostenible de recursos. Sin embargo, la demanda continua de esta exótica fruta impulsa la investigación y el desarrollo de prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles.
La producción de pitahaya es un proceso fascinante que involucra una combinación de cuidado agrícola, polinización estratégica y manejo de poscosecha. Desde sus inicios en América Latina hasta su llegada a las mesas de todo el mundo, la pitahaya sigue cautivando a los consumidores con su sabor único y su atractivo visual, convirtiéndose en una joya en el mundo de las frutas tropicales.